POR: JORGE JAVIER NAJERA OCHOA
8 tomates maduros grandes
2 dientes de ajo majados
6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, más un poco para rociar
2 cucharadas de vinagre de vino tinto o de vinagre balsámico
225 g de pan sin sal toscano o pan rústico duro
1 cebolla roja partida por la mitad a lo largo y cortada en finas medialunas
1 puñada de hojas de albahaca troceadas
Sal y pimienta
Parta los tomates por la mitad, deseche las semillas y corte en cuartos cada mitad.
Póngalos en colador fino, sobre un bol para recoger el juego que desprendan.
Agregue el ajo al jugo de tomate y salpimienta. Añádale el aceite y el vinagre y remueva.
Trocee con las manos el pan y póngalo en un cuenco. Vierta por encima el zumo de tomate y remuévalo con suavidad hasta que el pan lo haya absorbido.
Desmenuce el pan procurando que no queden trocitos demasiado pequeños.
Ponga una capa de este pan remojado en una ensaladera y distribuya por encima la mitad del tomate y de la cebolla.
Forme otra capa de pan y cúbrala con el resto del tomate y de la cebolla y con la albahaca.
Tape el recipiente y deje reposar la ensalada a temperatura ambiente 1 hora para que el pan absorba los sabores.
Antes de servirla, remueva la ensalada, pruébela y si fuera necesario, rectifique la sazón. Por último, rocíela con un poco más de aceite.